¿Qué es la comunicación sostenible?
La comunicación sostenible es aquella que tiene como principal objetivo acompañar, facilitar y promover las formas sostenibles de desarrollo humano para sociedades sostenibles. Promueve los valores de la sustentabilidad, el diálogo, la identidad, la transparencia, la legitimidad, la gobernabilidad; crea comunidad y aumenta la sostenibilidad del sistema en su conjunto.
Los medios de comunicación constituyen un agente moderador social de primer orden y pueden ser utilizados como un instrumento de control importante capaz de investigar y denunciar acciones inapropiadas de los poderes públicos, así como de educar, sensibilizar y movilizar acciones en defensa de los problemas ambientales. La sociedad escudriña a las organizaciones a través de los medios de comunicación para analizar su accionar y decidir si les renueva o no la licencia social para operar. Ya no alcanza con hacer las cosas bien sino que además hay que hacer que se sepan.
Aquello que no está en la arena mediática no es de dominio público por lo tanto prácticamente deja de existir. A este problema se suma que la opinión pública considera que aquello que se transmite a través de los medios de comunicación y de interacción social es la realidad, y que además es verdad, desconociendo que solo hay que mirar, escuchar, leer y relacionarse con los medios para saber qué es lo que éstos dicen de la realidad.
En la actualidad este problema se ha extendido a tal punto que muchos teóricos sostienen que estamos viviendo la era de la democracia persuasiva, en la que las instituciones y los operadores políticos y comunicacionales operan sobre la opinión pública a través de la persuasión y la manipulación sin importar mucho la búsqueda de la verdad ni la honestidad intelectual.
El periodismo y los medios de comunicación constituyen la herramienta fundamental para difundir, informar, educar, sensibilizar y defender a la población sobre todos los hechos y acontecimientos que acontecen a diario en el mundo, pero también deben recoger los problemas de la sociedad. Es decir, deben aunar esfuerzos para edificar una sociedad más justa, equitativa, sostenible, ya que “la sostenibilidad” es un imperativo ético y moral.
La introducción del concepto de desarrollo sostenible en el ámbito internacional aparece en 1987 en uninforme de las Naciones Unidas y afirma que todos los habitantes del planeta gozamos del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer a las generaciones futuras. Las autoridades deben prever este derecho así como el derecho a la información y educación ambiental, pero los medios de prensa deben ser también rigurosos con la información que publican. La especie humana es la que ha tenido más capacidad de manipular y ajustar el entorno a sus necesidades. El impacto humano sobre el medio ambiente se acelera cada vez más a causa de la presión demográfica, el desarrollo tecnológico, el incremento del consumo y la movilidad asociada. Nuestra huella ecológica aumenta cada vez más por nuestro actual modelo de desarrollo. Es entonces cuando nos vemos obligados a afrontar la complejidad de estos fenómenos desde una perspectiva sistémica e integradora que hasta el momento se habían considerado independientes.
Para definir, impulsar y desarrollar políticas de desarrollo sostenible es necesario evaluar, medir y modelizar la sostenibilidad con el objetivo de estudiar las distintas sensibilidades de los elementos que conforman el sistema, y de esta forma proporcionar herramientas para los poderes planificadores y decisorios.
El concepto de desarrollo sostenible ha ido evolucionando y complementando las dimensiones económica, ambiental, social e institucional. En este sentido, la medida y la modelización de la sostenibilidad se convierten en herramientas indispensables para construir una sociedad más justa, equitativa y solidaria.
Es aquí donde los medios de comunicación juegan un papel fundamental, como vector de difusión, de intercambio, de educación, de sensibilización y de aportación de información para los distintos estamentos responsables de la gestión de este desarrollo. La información es un derecho de todos los ciudadanos, tal como sostiene el Art.19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Las autoridades deben proveer y garantizar este derecho.